El mundo durante la segunda mitad del siglo XX experimentaba una serie de revoluciones y movimientos que trastornaban al mundo y que inspiraban a las personas, principalmente a los jóvenes, a rebelarse en contra del sistema y los gobiernos que los controlaban. Durante esta época surgieron movimientos como el hippismo, impulsado por los beatniks, escritores estadounidenses de la década de los 50 que rechazaban los valores estadounidenses de la época y profesaban la libertad sexual y el consumo de drogas. También estaba presente el movimiento de los punks que actuaban como una contracultura en desacuerdo con el sistema de gobierno de la sociedad.
Por supuesto que estos movimientos necesitaban de medios por los cuales expresarse y tratar de llevar sus mensajes al resto de la sociedad, tenían que decir de alguna manera que estaban en desacuerdo con la situación en la que se encontraban. Fue entonces que todos estos movimientos hallaron una respuesta en las paredes, que ya habían sido utilizados más o menos de la misma manera en épocas anteriores, pero lo más cercano a lo que estaba por suceder había sido la propaganda fascista y nazi de la Segunda Guerra Mundial. Todos estos movimientos buscaban en cambio una subversión en contra de lo que estaba mal en el sistema, necesitaban llevar ese mensaje a las personas. Siendo el espacio público una plataforma perfecta para la interacciones con grandes audiencias, lo aprovecharon, utilizaron sus paredes para expresar sus pensamientos y llevar el mensaje requerido a las audiencias. El muralismo mexicano y el tipo de pensamiento punk con sus influencias comunistas fueron de gran ayuda para hacer propaganda de protesta. Pero esto no era todo lo que estaba sucediendo, además se avecinaba una cultura que cambiaría el paisaje de las ciudades occidentales para siempre, se trataba del hip-hop, que tenía como uno de sus 4 pilares al graffiti como sostén y es aquí donde comienza todo un movimiento de expresión artística en las calles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario